1. Aumenta la ingesta de líquidos: Esto no significa que bebas mucha más agua, leche o bebidas vegetales de lo normal, pero sí que intentes nutrirte con alimentos más frescos y ricos en agua para así mantener tu cuerpo bien hidratado y reducir el riesgo de sufrir deshidratación o hipotensión por las altas temperaturas.
2. Reduce las comidas copiosas: Aumentan la cantidad de sangre en la zona abdominal, así como el consumo de líquidos para su digestión, lo que en épocas de calor resulta más pesado.3- Come más fresco: Más fresco significa huyendo de lo procesado y lo preparado con mucha antelación. Por ejemplo, si te haces una ensalada o compras unas espinacas, que no esté ya preparada, suelen conservar mejor sus vitaminas y nutrientes cuanto más recientes y menos procesos (envasado, transporte, etc.) hayan sufrido.
3. Come más fresco: Más fresco significa huyendo de lo procesado y lo preparado con mucha antelación. Por ejemplo, si te haces una ensalada o compras unas espinacas, que no esté ya preparada, suelen conservar mejor sus vitaminas y nutrientes cuanto más recientes y menos procesos (envasado, transporte, etc.) hayan sufrido.
4. Come más fresquito: A diferencia de lo anterior, esto va en relación con tu poder de “innovación” o de adaptación para comer alimentos que te ayuden a mantener la temperatura corporal bajita y/o refrescarte. Con esto podemos encontrar: Granizados, helados, licuados, macedonias de frutas, etc. que SIEMPRE tienen su versión saludable y artesanal (e incluso, si te ves con ganas, casera), sólo hay que salir a buscarla.
5. Aprovecha para comer más frutas: El color de la fruta indica los antioxidantes y tipos de vitamina que tienen (por lo tanto, cuantos más colores ingieras, mejor y más cuidado y protegido estarás), por otro lado es más barata en verano que en invierno, por la mayor producción que se da de casi todas ellas de manera natural. ¿Qué mejor excusa hay para probar todas las que puedas y mezclarlas a lo lardo del día? Es un buen momento para aprovechar de algunas de ellas como el melón, sandía, cerezas y melocotones.
6. Hidrátate adecuadamente antes, durante y después de entrenar: La pérdida de líquidos a causa de las temperaturas será mayor durante y después del ejercicio, por lo que siempre vendrá bien tener una reserva extra de líquidos y una reposición constante de los mismos. NO OLVIDES COMBINARLOS CON ELECTROLITOS (sales minerales) para mantener una correcta asimilación de los mismos y no caer en la famosa “Hiponatremia”.
7. Entrena en las primeras o últimas horas del día: Sobre todo si estás pensando en entrenar al aire libre, ya que las temperaturas pueden provocarte una mala situación (golpe de calor, corte de digestión, insolación, etc.) si no controlas el momento, el lugar y la temperatura a la que haces el ejercicio físico. Sería una buena alternativa entrenar en un lugar bien ventilado y con una temperatura y humedad más estables y medias que altas.
8. Es un buen momento para probar nuevos deportes: Si tienes la posibilidad, entrenes o no el resto del año, aprovecha para realizar actividades en el agua (que aporten variedad en el entrenamiento) que, con todos los avances e innovaciones, ¡será por modalidades! Por ejemplo: Nadar, Aquazumba, Ejercicios en la piscina, correr en la playa (dentro o fuera del agua) y practicar deportes acuáticos (KiteSurf, etc.) sería una gran alternativa.
9. Aprovecha para moverte algo más: El verano suele coincidir con tener más tiempo de descanso y relajación para toda la familia. Una buena alternativa a tu sedentarismo anual es buscar planes en familia que sumen movimiento y, por lo tanto, salud a tu vida. Por ejemplo, hacer piragüismo en familia, ir caminando a ver el amanecer o el atardecer en la playa, hacer una ruta por el bosque, ir en busca de cascadas o pozas naturales para bañarse, serían grandes alternativas para sumar vida a tus años, calidad a tus vacaciones y movimiento a tus días. ¡No todo va a ser tirarse en la tumbona! Be active my friend.
10. Ojo con los Aires Acondicionados: Intenta que no incidan directamente sobre ti, y que no estén muy fríos. Trata de utilizar mejor ventiladores, y si no es suficiente o no tienes la posibilidad, intenta que no haya cambios de temperatura muy bruscos sobre tu cuerpo para que no tengas la mala suerte de coger un catarro en verano.
Seguro que si llevas a cabo estas 10 recomendaciones, tendrás un verano de 10 en cuanto a la salud física y vital se refiere. Y ahora… ¡A disfrutar de la comida y del verano!
“La farmacia,tiene un buen equipo y mucha variedad de productos. Gracias ”